Túnica de comunión blanca con dos tablas y bordado crudo

– Tejido: 100% poliéster.
– Color: blanco con bordado crudo.
– Corte: dos tablas.
– Adorno: bordado en bajo y mangas.
– Disponibilidad: varias tallas, a elegir con el selector.
Uso recomendado.
Perfecta para la Primera Comunión y otras celebraciones litúrgicas que requieran una vestidura blanca con un toque de ornamentación sutil.

Las túnicas de monaguillo son vestiduras litúrgicas destinadas a los acólitos y servidores del altar, símbolos de pureza, respeto y servicio durante las celebraciones eucarísticas. Su uso expresa el deseo de servir a Dios con alegría y reverencia, participando activamente en el culto con orden y dignidad.

Desde la tradición más antigua de la Iglesia, los monaguillos han llevado una vestidura blanca o de color neutro, como signo de su participación en el altar y de su disponibilidad para el servicio litúrgico. La túnica, junto al roquete o la sobrepelliz, es parte esencial de su atuendo y representa pureza interior, humildad y entrega.

En El Ángel Arte Sacro confeccionamos túnicas de monaguillo elaboradas artesanalmente, empleando tejidos de alta calidad como lino, algodón, tergal, poliéster o mezclas técnicas, que garantizan comodidad, frescura y resistencia. Cada prenda se diseña con corte clásico, proporciones adecuadas y acabados impecables.

Las túnicas tradicionales se presentan en color blanco, marfil o crudo, según la costumbre litúrgica de cada parroquia o diócesis. También realizamos modelos en rojo, morado, negro o verde, utilizados con sobrepelliz o roquete, según el tiempo litúrgico o el rango de la celebración.

Los cuellos y mangas pueden ser rectos, redondeados o con pequeños pliegues, y los cierres se adaptan al uso práctico, con botones, velcro o cremalleras ocultas. Algunas túnicas incluyen cinturones o cíngulos de cordón, en blanco o en colores litúrgicos, que simbolizan la disposición al servicio.

Los tejidos ligeros y transpirables facilitan el movimiento y el uso prolongado, especialmente en celebraciones al aire libre o en climas cálidos. Los modelos de invierno pueden forrarse o confeccionarse en telas más gruesas, manteniendo siempre una caída elegante y natural.

También confeccionamos túnicas personalizadas a medida, adaptadas a la edad y estatura del monaguillo, con posibilidad de bordar cruces, escudos parroquiales o iniciales. Cada prenda se elabora con cuidado artesanal, asegurando uniformidad y durabilidad incluso con uso frecuente.

Más allá de su función práctica, la túnica de monaguillo tiene un significado espiritual profundo. Representa la pureza del alma y la disposición del servidor del altar para colaborar en el misterio eucarístico. Vestir la túnica es un gesto de entrega y respeto, una manera de honrar el servicio a Dios con sencillez y alegría.

En El Ángel Arte Sacro confeccionamos túnicas de monaguillo de alta calidad, elaboradas con materiales nobles, costuras reforzadas y acabados precisos. Cada prenda une arte, funcionalidad y simbolismo, reflejando la dignidad y la belleza del servicio litúrgico.

Más que una vestidura, la túnica de monaguillo es un símbolo de pureza y servicio. En El Ángel Arte Sacro, cuidamos cada detalle para ofrecer prendas que unan elegancia, comodidad y espiritualidad, acompañando a quienes sirven en el altar con humildad y devoción.

Artesanos Italianos del Arte Religioso en General.

Elegancia, técnica y tradición en el arte sacro europeo.

La denominación “Artesanos Italianos del Arte Religioso” comprende a los numerosos talleres y maestros artesanos de Italia dedicados a la escultura, orfebrería, pasamanería, pintura devocional y confección de ornamentos litúrgicos, herederos directos del esplendor artístico del Renacimiento y el Barroco.

Italia ha sido, desde hace siglos, cuna del arte cristiano. En sus regiones —Toscana, Lombardía, Veneto, Trentino o Sicilia— se conservan escuelas de imaginería y orfebrería que combinan el dominio técnico con una profunda sensibilidad espiritual. Los artesanos italianos destacan por su finura en el modelado, equilibrio de proporciones y armonía estética, cualidades que han hecho de sus obras un referente internacional.

Su producción abarca un amplísimo espectro: esculturas religiosas en madera, resina o terracota; belenes y figuras de Natividad; objetos litúrgicos; bordados eclesiásticos; lámparas de aceite; cuadros devocionales y elementos decorativos. Cada pieza es fruto de un cuidadoso proceso manual que une buen gusto, precisión y sentido de lo sagrado.

Los talleres italianos emplean materiales nobles —madera, bronce, plata, pan de oro, tejidos brocados o sedas litúrgicas— y aplican acabados de gran calidad, garantizando durabilidad y belleza. Sus obras se distinguen por una estética equilibrada entre lo clásico y lo contemporáneo, manteniendo siempre la fidelidad a la tradición iconográfica de la Iglesia.

En El Ángel, los Artesanos Italianos del Arte Religioso representan la excelencia artística del arte sacro europeo, valorada por su pureza formal, elegancia y minuciosidad, ideales para templos, altares, coleccionistas o devoción personal. Cada creación es un testimonio del vínculo entre el arte, la fe y la belleza que caracteriza al espíritu italiano.