Relicario de pared con marco calado ovalado

– Altura total:
11 cm.
– Color:
Dorado.
Uso litúrgico.
Ideal para oratorios particulares, vitrinas verticales o capillas pequeñas donde se desee custodiar una reliquia de forma permanente y visible.
Apto también como elemento decorativo devocional en espacios personales.
Resumen.
El relicario REF. 10-277 es una pieza sobria y decorativa, pensada para exposición mural de una reliquia con sencillez, dignidad y estilo clásico.

El Significado de un Relicario Religioso de Pared

Un relicario de pared es un objeto sagrado diseñado para custodiar y exhibir reliquias de santos, beatos o elementos de gran valor espiritual. A diferencia de los relicarios de mesa, estos están pensados para ser colocados en muros, altares o capillas, convirtiéndose en un punto focal de devoción y oración.

Estos relicarios simbolizan la conexión entre el cielo y la tierra, recordando a los fieles la presencia e intercesión de los santos en la vida diaria. Su ubicación en las paredes de iglesias, monasterios o incluso en hogares cristianos refuerza el sentido de protección y fe en Dios.

Por lo general, están elaborados en metal dorado o plateado, con detalles ornamentados que reflejan la solemnidad del objeto sagrado que resguardan. Muchos incluyen una ventana de vidrio que permite contemplar la reliquia sin exponerla a daños, asegurando su conservación con dignidad y respeto.

Colocar un relicario en la pared no solo embellece el espacio, sino que también invita a la oración y al recogimiento, convirtiéndose en un recordatorio tangible del testimonio de fe de aquellos que nos han precedido en el camino hacia Dios.

Un relicario de pared es más que un objeto decorativo; es un símbolo de devoción y un vínculo con lo sagrado.

Orfebres Religiosos de la India.

Tradición artesanal y precisión técnica al servicio del arte litúrgico.

Bajo la denominación “Orfebres Religiosos de la India” se agrupan los talleres especializados en la fabricación artesanal de objetos litúrgicos y artículos religiosos en metal, elaborados con una cuidada combinación de destreza manual, precisión técnica y respeto por la simbología cristiana.

Desde hace décadas, diversas zonas de la India —especialmente en el sur del país— acogen pequeños talleres dedicados a la producción de cálices, copones, custodias, vinajeras, navetas, incensarios, campanas, ciriales y candelabros, realizados en latón, bronce y otros metales nobles, con acabados plateados, dorados o niquelados.

El trabajo de estos orfebres se caracteriza por su detalle minucioso, uniformidad en el acabado y excelente relación calidad-precio, fruto de una tradición artesanal profundamente arraigada en el trabajo del metal.

Aunque la tecnología ha modernizado algunos procesos, la mayor parte de las piezas continúan siendo cinceladas, ensambladas y pulidas a mano, garantizando resistencia y belleza duradera.

Los talleres indios producen también objetos devocionales de pequeño formato —crucifijos, medallas, portaformas, relicarios o lámparas votivas— destinados tanto al uso litúrgico como a la devoción personal.

Su estilo suele combinar formas clásicas de inspiración europea con un tratamiento técnico preciso y equilibrado.

En El Ángel, las obras procedentes de los Orfebres Religiosos de la India se seleccionan cuidadosamente por su calidad, coherencia estética y fiabilidad, siendo una alternativa práctica y digna dentro del arte sacro contemporáneo.

Cada pieza refleja oficio, respeto y dedicación, garantizando un resultado funcional y decorativo al servicio del culto y la belleza de la liturgia.