Nicho en talla de madera policromada de Val Gardena

Medidas: a elegir según necesidad.
Material: madera de arce o tilo.
Acabado: policromía artesanal con dorado.

Las capillas para imágenes son estructuras o pequeños altares diseñados para custodiar, proteger y realzar las esculturas sagradas en templos, capillas privadas, oratorios o domicilios particulares. Su función es ofrecer un espacio digno y devocional, donde la imagen pueda ser contemplada y venerada con recogimiento y respeto.

Desde los orígenes del arte sacro, las capillas han sido expresión de la piedad y el amor del creyente hacia las imágenes sagradas. Cada capilla representa un pequeño santuario doméstico o comunitario, concebido como un lugar de encuentro con Dios, la Virgen María o los santos. En ellas se une la espiritualidad con el arte, creando un ambiente de oración y belleza.

En El Ángel Arte Sacro ofrecemos una cuidada colección de capillas para imágenes, elaboradas por artesanos especializados en mobiliario religioso y ebanistería artística. Se fabrican en madera natural, resina, metal o combinaciones de materiales, con acabados lacados, dorados, patinados o policromados, según el estilo de la imagen y el entorno donde se ubicará.

Las capillas de madera —en roble, nogal, pino o cedro— son las más tradicionales y se adaptan a todo tipo de imágenes: desde pequeños relieves o bustos hasta esculturas de gran formato. Los modelos en resina o metal ofrecen líneas más ligeras y modernas, ideales para espacios contemporáneos o devociones personales.

Cada capilla puede incluir puertas de cristal o metacrilato, para proteger la imagen del polvo sin impedir la visibilidad, así como fondo tapizado o panel decorativo, que enmarca la figura principal. Los diseños varían desde los modelos clásicos con frontón, columnas y molduras doradas, hasta versiones minimalistas o de líneas rectas, adaptadas a gustos actuales.

También disponemos de capillas murales o de sobremesa, que permiten colocar las imágenes en altares domésticos o rincones devocionales. En el caso de imágenes procesionales o de culto público, se fabrican capillas de mayor tamaño, con estructura reforzada, iluminación interior y peana adaptada a la base de la escultura.

El interior de cada capilla se diseña para realzar la imagen sin restarle protagonismo, cuidando la iluminación, el color y la textura. Algunas incorporan focos LED ocultos o pequeñas lámparas votivas, que añaden calidez y simbolismo al conjunto.

En El Ángel Arte Sacro seleccionamos capillas para imágenes que unen arte, devoción y calidad artesanal, adaptadas a diferentes estilos —barroco, neoclásico, rústico o contemporáneo—. Cada pieza es única, elaborada con materiales nobles y acabados de primera calidad, pensada para acompañar la oración y la contemplación.

Más que un mueble, la capilla es un espacio sagrado en miniatura, un signo tangible de fe y amor. En El Ángel Arte Sacro cuidamos cada detalle para ofrecer capillas que eleven el espíritu, embellezcan las imágenes y transformen cualquier lugar en un rincón de encuentro con lo divino.

Tallistas de Val Gardena.

La cuna italiana de la escultura religiosa en madera.

Los tallistas de Val Gardena representan una de las tradiciones escultóricas más admiradas del mundo, originaria del valle alpino del mismo nombre, situado en el Tirol del Sur (Italia). Desde el siglo XVII, esta región —donde conviven las culturas italiana, alemana y ladina— ha sido un auténtico centro de excelencia en la talla en madera, dedicado principalmente a la creación de imágenes religiosas, belenes y figuras devocionales.

Los talleres de Val Gardena, transmitidos de generación en generación, combinan una destreza artesanal ancestral con una delicadeza artística única. Las esculturas se realizan en maderas nobles locales, especialmente arce, tilo y pino de montaña, talladas íntegramente a mano con herramientas tradicionales.

Cada figura —ya sea un Cristo, una Virgen, un santo, un ángel o una figura de belén— se caracteriza por su armonía, elegancia y serenidad espiritual. El modelado es suave, las proporciones equilibradas y los rostros reflejan una espiritualidad profunda y contenida, sello distintivo de la escuela gardesana.

Las piezas se presentan en distintos acabados, fieles a la tradición de la zona:

Natural (madera sin policromar, con barniz protector).

Encerado (tono cálido que realza la veta).

Policromado (pintado a mano con pigmentos finos).

Antiguo (patinado para lograr aspecto histórico).

Policromado oro (con detalles dorados al pan de oro).

Estas obras son apreciadas por coleccionistas, templos y amantes del arte sacro, ya que cada una combina la perfección técnica con la espiritualidad alpina que caracteriza al valle.

En El Ángel, las esculturas procedentes de los tallistas de Val Gardena representan la excelencia del arte sacro italiano, fruto de siglos de oficio y devoción. Cada pieza, tallada y pintada a mano, es una obra irrepetible que une belleza, fe y tradición, testimonio vivo del legado artístico más refinado de los Dolomitas.