Naveta dorada con tapa acanalada y cruz de Cristo

– Altura total:
12 cm.
Uso litúrgico.
Ideal para celebraciones parroquiales, liturgias solemnes o capillas que busquen una naveta con simbolismo destacado.
Su estructura robusta y cruz visible la convierten en una pieza adecuada para misas habituales y celebraciones especiales.
Resumen.
La naveta REF. 10-336 destaca por su cruz con Cristo, relieve decorativo y funcionalidad.
Una opción sólida y estéticamente cuidada para el manejo del incienso con elegancia y sentido litúrgico.

Los incensarios y navetas son instrumentos litúrgicos esenciales en la celebración de la Santa Misa y en otras ceremonias solemnes de la Iglesia. Su uso se remonta a los primeros siglos del cristianismo y simboliza la oración que se eleva a Dios, como el humo del incienso que asciende suavemente al cielo.

El incensario, también conocido como turíbulo, es el recipiente donde se quema el incienso durante la liturgia. Su función es perfumar y santificar el espacio sagrado, expresando a través del aroma y el gesto la presencia de lo divino. El sacerdote o el diácono lo balancea con solemnidad durante la consagración, las procesiones o las exposiciones del Santísimo Sacramento, en signo de adoración y reverencia.

La naveta es el pequeño recipiente que acompaña al incensario y sirve para guardar el incienso en grano antes de ser colocado sobre las brasas encendidas. Su nombre proviene del latín navis (barca), por su forma semejante a una embarcación, símbolo de la Iglesia que navega guiada por la fe. Junto con la cucharilla o paleta, forma parte del conjunto completo destinado al uso del incienso en la liturgia.

En El Ángel Arte Sacro ofrecemos incensarios y navetas fabricados artesanalmente por orfebres especializados, elaborados en latón, bronce o plata de ley, con acabados dorados, plateados, envejecidos o bimetálicos. Cada pieza se realiza con precisión y equilibrio, garantizando funcionalidad, elegancia y durabilidad.

Los incensarios presentan distintos estilos y tamaños, desde modelos clásicos con cadenas y cazoleta perforada hasta versiones modernas o simplificadas para capillas y oratorios. Los más solemnes incluyen decoraciones cinceladas, relieves eucarísticos o grabados que enriquecen su valor artístico. Las cadenas están diseñadas para permitir un manejo cómodo y seguro durante la incensación.

Las navetas se fabrican en los mismos materiales, con tapa abatible y interior liso o dorado, para facilitar la limpieza y proteger el incienso. Algunas incorporan cucharilla a juego y base estable para colocarla junto al altar o en la credencia. Su diseño busca la armonía visual con el incensario, formando un conjunto litúrgico coherente y digno.

Además de su valor funcional, el uso del incienso en la liturgia tiene un profundo significado espiritual. Representa la oración de los fieles que sube al cielo, la purificación del espacio sagrado y la presencia de Dios entre su pueblo. Por eso, los incensarios y navetas deben ser objetos de belleza y respeto, que expresen la solemnidad del culto.

En El Ángel Arte Sacro seleccionamos incensarios y navetas de alta calidad, elaborados con materiales nobles y acabados impecables. Cada conjunto se entrega listo para su uso litúrgico, con presentación cuidada y garantía de resistencia.

Más que utensilios de orfebrería, los incensarios y navetas son símbolos de adoración, oración y alabanza. En El Ángel Arte Sacro cuidamos cada detalle para ofrecer piezas que honren la liturgia con dignidad, belleza y sentido sagrado, recordando que en cada incienso que se eleva, la Iglesia entera eleva su corazón hacia Dios.

Orfebres Religiosos de la India.

Tradición artesanal y precisión técnica al servicio del arte litúrgico.

Bajo la denominación “Orfebres Religiosos de la India” se agrupan los talleres especializados en la fabricación artesanal de objetos litúrgicos y artículos religiosos en metal, elaborados con una cuidada combinación de destreza manual, precisión técnica y respeto por la simbología cristiana.

Desde hace décadas, diversas zonas de la India —especialmente en el sur del país— acogen pequeños talleres dedicados a la producción de cálices, copones, custodias, vinajeras, navetas, incensarios, campanas, ciriales y candelabros, realizados en latón, bronce y otros metales nobles, con acabados plateados, dorados o niquelados.

El trabajo de estos orfebres se caracteriza por su detalle minucioso, uniformidad en el acabado y excelente relación calidad-precio, fruto de una tradición artesanal profundamente arraigada en el trabajo del metal. Aunque la tecnología ha modernizado algunos procesos, la mayor parte de las piezas continúan siendo cinceladas, ensambladas y pulidas a mano, garantizando resistencia y belleza duradera.

Los talleres indios producen también objetos devocionales de pequeño formato —crucifijos, medallas, portaformas, relicarios o lámparas votivas— destinados tanto al uso litúrgico como a la devoción personal. Su estilo suele combinar formas clásicas de inspiración europea con un tratamiento técnico preciso y equilibrado.

En El Ángel, las obras procedentes de los Orfebres Religiosos de la India se seleccionan cuidadosamente por su calidad, coherencia estética y fiabilidad, siendo una alternativa práctica y digna dentro del arte sacro contemporáneo. Cada pieza refleja oficio, respeto y dedicación, garantizando un resultado funcional y decorativo al servicio del culto y la belleza de la liturgia.