Misterio en barro y tela con ángeles adoradores y mula y buey - 8 pzas -San José 40 cm

Escena del Nacimiento de gran formato compuesta por ocho figuras independientes: la Sagrada Familia, tres ángeles, la mula y el buey.
La Virgen María aparece sentada, en actitud de entrega y contemplación, mientras el Niño Jesús descansa sobre una cuna central elevada.
San José se presenta de pie, con bastón rematado en lirios.
Los tres ángeles se sitúan a ambos lados del grupo principal, en diferentes actitudes de adoración y canto, y los animales del pesebre completan el conjunto con su presencia tradicional.
Materiales y diseño.
Elaborado artesanalmente en barro cocido con vestiduras de tela natural encolada, y policromado a mano por talleres murcianos inspirados en la escuela del maestro Salzillo.
San José viste túnica a rayas con manto marrón claro y toca en tonos tierra y azul.
María lleva túnica burdeos con manto azul verdoso y velo blanco, con bordado en el cuello.
El Niño reposa sobre una cuna de madera forrada en telas púrpura y doradas.
Los ángeles presentan alas decoradas y túnicas en colores pastel (crema, salmón y celeste), con detalles bordados.
Mula y buey están modelados en barro, con volumen naturalista y expresión serena.
Características y medidas.
– Altura de San José (como si estuviera de pie): 40 cm.
– Proporción necesaria del entorno: 40 a 50 cm.
– Tipo: 8 figuras independientes.
– Material: Barro cocido con tela natural encolada.
– Acabado: Policromado a mano (entelado).
– Medidas visibles aproximadas:• San José (de pie): 40 x 15 x 12 cm.
• Virgen (sentada): 34 x 14 x 12 cm.
• Niño Jesús (en cuna): 14 x 10 x 8 cm.
• Ángeles: entre 26 y 30 cm.
• Mula: 19 x 25 x 13 cm.
• Buey: 18 x 24 x 13 cm.
Uso devocional.
Pensado para vitrinas, parroquias o capillas con espacio amplio, este misterio ofrece una escena envolvente y de gran fuerza litúrgica.
Ideal como belén central para la contemplación y la ornamentación navideña destacada.
Resumen.
Un conjunto completo y expresivo que combina majestuosidad y espiritualidad.
La riqueza de sus figuras, la armonía en la disposición y la calidad artesanal hacen de este misterio una pieza excepcional para celebraciones navideñas solemnes.