Cáliz dorado con fuste tallado y base clásica

EL CALIZ MIDE 22 CM DE ALTO. Y TIENE UNA COPA DE Ø 9,5 CM, PUEDE CONTENER HASTA 300 ML DE VINO.

Cáliz Católico

El cáliz católico es un vaso sagrado utilizado en la Santa Misa para contener el vino que, durante la consagración, se convierte en la Sangre de Cristo. Es uno de los objetos litúrgicos más importantes en la Eucaristía y debe cumplir con ciertas normas de diseño y materiales según la Iglesia.

Partes del Cáliz:

1. Copa: Parte superior donde se vierte el vino. Suele estar hecha de metales preciosos como oro o plata en su interior, ya que debe tener un material digno para el contacto con el vino consagrado.
2. Nodo o Nudo: Es el ensanchamiento en el centro del cáliz que facilita el agarre del sacerdote durante la consagración.
3. Fuste o Tallo: Une la copa con la base. Puede estar decorado con grabados o símbolos religiosos.
4. Base: Parte inferior ancha que da estabilidad al cáliz. Suele incluir detalles litúrgicos como cruces o imágenes de santos.

Materiales y Decoraciones:

• Tradicionalmente, se elabora en oro, plata o bronce dorado para resaltar su importancia sagrada.
• Puede llevar grabados de cruces, símbolos eucarísticos (como el cordero, el trigo y la vid) o imágenes de Cristo y los apóstoles.
• En algunos casos, se engalanan con piedras preciosas o esmaltes para mayor solemnidad.

El cáliz, junto con la patena, es uno de los elementos centrales del altar durante la misa. Su diseño puede variar desde modelos simples y elegantes hasta versiones más ornamentadas y artísticas.

Orfebres Religiosos Italianos.

Excelencia artística y tradición litúrgica en el corazón del arte sacro europeo.

Los Orfebres Religiosos Italianos representan una de las escuelas más refinadas y reconocidas del mundo en la creación de objetos litúrgicos.

Con talleres activos desde hace siglos en regiones como Lombardía, Toscana, Véneto y Roma, Italia ha sido cuna de la orfebrería eclesiástica moderna, combinando belleza estética, rigor técnico y profundo sentido espiritual.

Cada pieza producida por los talleres italianos es fruto de un proceso que une la artesanía tradicional con la precisión contemporánea.

Los orfebres emplean metales nobles —latón, bronce, plata de ley y oro fino— trabajados mediante cincelado, torneado, repujado, esmaltado y grabado manual, técnicas transmitidas de generación en generación.

Su producción abarca una amplísima gama de artículos: cálices, copones, patenas, custodias, sagrarios, candelabros, vinajeras, navetas, crismeras, lámparas votivas, campanas e incensarios, todos elaborados con un nivel de detalle y proporción que refleja el espíritu clásico del arte italiano.

El estilo de los orfebres italianos se distingue por la armonía de las líneas, la pureza del diseño y la elegancia sobria, donde cada elemento —ornamento, grabado o esmalte— cumple una función estética y simbólica.

Muchas de sus obras incorporan iconografía eucarística y mariana, inspirada en el arte renacentista y barroco, con una interpretación atemporal.

En El Ángel, los Orfebres Religiosos Italianos son valorados por su perfección técnica, acabado impecable y equilibrio entre tradición y modernidad.

Sus piezas, siempre fabricadas en Italia, ofrecen fiabilidad, durabilidad y belleza litúrgica, ideales para templos, capillas, comunidades religiosas o coleccionistas que buscan artículos de culto con la distinción y el prestigio del arte sacro italiano.