Díptico Cristo y la Virgen con el Niño 10 x 5,5 cm

5,5 cm de alto x 10 cm de ancho x 1,5 cm de fondo.
Peso: 60 gramos.
Material: Dolomita con acabado ivoirine.
Perfecto como regalo espiritual, recuerdo religioso o elemento de devoción personal.

Los dípticos religiosos son objetos devocionales y artísticos formados por dos paneles unidos por una bisagra, que se abren como un pequeño altar portátil. Su origen se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando los fieles los utilizaban como instrumentos de oración, recuerdo y contemplación, especialmente en la vida monástica y en los viajes.

El díptico representa una forma íntima y elegante de expresar la fe, ya que permite reunir en un solo objeto imágenes sagradas, oraciones y símbolos cristianos. Su diseño plegable lo convierte en una pieza práctica y versátil, ideal para tener en el hogar, en una capilla, sobre un escritorio o como regalo devocional.

En El Ángel Arte Sacro ofrecemos una amplia colección de dípticos religiosos elaborados artesanalmente, fabricados en madera, resina, metal o materiales compuestos, con acabados dorados, plateados, envejecidos o policromados. Cada modelo se distingue por su equilibrio entre arte y espiritualidad, uniendo belleza estética y profundidad religiosa.

Los dípticos clásicos incluyen imágenes de la Virgen María, Cristo o santos acompañadas de una oración o cita bíblica, dispuestas en sus dos hojas interiores. Los dípticos modernos pueden incorporar relieves, láminas metálicas o impresiones sobre madera con efectos de luz y textura. Algunos modelos presentan iconografía bizantina con fondos dorados o plateados, evocando los antiguos iconos del Oriente cristiano.

Disponibles en distintos tamaños y estilos, los dípticos pueden ser de sobremesa o portátiles, con bisagras metálicas o cintas de cierre. Los modelos más pequeños son perfectos para llevar en viajes, mientras que los de mayor tamaño decoran altares domésticos o rincones de oración.

Entre los temas más representados destacan:

La Sagrada Familia y el Nacimiento de Jesús, símbolo de amor y unión familiar.

El Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, signos del amor divino.

El Cristo Crucificado y la Virgen Dolorosa, para la contemplación del misterio de la Pasión.

Santos patronos, advocaciones marianas y ángeles custodios.

Muchos modelos incluyen acabados en pan de oro o plata, grabados decorativos, y se presentan en estuches de regalo, ideales para comuniones, confirmaciones, bodas o aniversarios religiosos. También ofrecemos dípticos personalizados con imágenes de devociones locales o inscripciones conmemorativas.

Más allá de su valor decorativo, el díptico religioso es un instrumento de oración y meditación. Al abrirlo, el creyente se encuentra frente a una pequeña representación del cielo, un espacio de silencio y encuentro con Dios.

En El Ángel Arte Sacro seleccionamos dípticos de alta calidad, elaborados con materiales nobles y cuidada presentación. Cada pieza combina tradición, devoción y arte, haciendo posible que la belleza sagrada acompañe la vida diaria del creyente.

Más que un objeto religioso, el díptico es una puerta espiritual, una pequeña catequesis visual que une arte, oración y fe. En El Ángel Arte Sacro, cuidamos cada detalle para ofrecer piezas que inspiren recogimiento, serenidad y amor a lo divino.

Monastère de Bethléem.

Silencio, contemplación y belleza al servicio de la fe.

El Monastère de Bethléem, de l’Assomption de la Vierge et de Saint Bruno (Monasterio de Belén, de la Asunción de la Virgen y de San Bruno) es una comunidad monástica católica de vida contemplativa, fundada en Francia en 1950 tras el Año Santo proclamado por Pío XII. Su vocación une la espiritualidad cartujana con una profunda dedicación al arte sacro, expresado a través de la creación de iconos, esculturas y objetos religiosos de inconfundible serenidad y pureza.

Las monjas y monjes del Monasterio elaboran sus piezas en un clima de silencio, oración y recogimiento, convirtiendo cada obra en un acto de alabanza a Dios. Su estilo, reconocido en todo el mundo, se caracteriza por la simplicidad de las formas, la sobriedad de los rostros y el equilibrio entre lo humano y lo divino, evocando la tradición bizantina y el arte cristiano primitivo.

Entre sus creaciones más conocidas destacan las imágenes de la Virgen con el Niño, Cristos, ángeles, santos e iconos esmaltados o en resina marmórea, trabajados con delicadeza manual y acabados mates que transmiten paz y espiritualidad. Cada pieza está pensada no solo como objeto devocional, sino como instrumento de contemplación.

El taller del Monasterio produce también cruces, rosarios e imágenes de pequeño formato, concebidos con el mismo espíritu de oración que inspira toda su obra. Su lema implícito podría resumirse en una sola idea: “Belleza que conduce al silencio y silencio que conduce a Dios.”

En El Ángel, las piezas del Monastère de Bethléem representan la unión perfecta entre arte, oración y pureza espiritual, siendo muy apreciadas por quienes buscan objetos de devoción sobrios, profundos y llenos de paz interior. Son obras que no solo se contemplan: se rezan.