Santa Filomena, joven mártir del siglo III, es reconocida por su pureza, valentía y gran poder de intercesión.
Muy venerada por fieles de todo el mundo como protectora de los enfermos, patrona de la juventud y de las causas difíciles, esta imagen la representa con corona de flores, palma del martirio y un ancla, símbolo de su sufrimiento durante el encarcelamiento y martirio por amor a Cristo.
Materiales y diseño.
Figura elaborada en resina de poliéster, pintada a mano.
Santa Filomena aparece de pie, con túnica blanca y manto rojo con detalles dorados.
Lleva una corona de flores en la cabeza, en su mano izquierda sostiene una palma verde y en la derecha un ancla metálica de gran tamaño.
La base es circular, decorada con cenefa en relieve dorado.
Medidas.
Altura:
12 cm.
Base:
circular, aprox.
5 cm de diámetro.
Acabado.
Pintura satinada, con equilibrio cromático entre blanco, rojo, dorado y verde.
La corona floral, la palma y el ancla están cuidadosamente modeladas.
El rostro de la santa es juvenil, sereno y limpio, transmitiendo inocencia y fortaleza.
Uso devocional.
Ideal para jóvenes, grupos juveniles, oratorios domésticos, altares personales o como obsequio a personas que atraviesan enfermedades o situaciones difíciles.
Muy apropiada también como figura patronal en instituciones educativas o devocionales.
Resumen.
Una imagen pequeña pero poderosa, que inspira pureza, valor y fe inquebrantable.
Santa Filomena sigue siendo intercesora silenciosa y eficaz para quienes confían con sencillez en la gracia divina..