Escultura que representa al beato Francisco Marto, uno de los tres pastorcitos videntes de Fátima, de pie con un cayado y un cordero a su lado. Esta figura del Monasterio de Belén transmite sencillez, contemplación y recogimiento, virtudes características del joven vidente que ofreció su vida en silencio por la conversión de los pecadores. Materiales y diseño. Tallada en piedra de los Dolomitas con acabado policromado en tonos marrones, verde oscuro y blanco, esta figura muestra a Francisco de pie, con gesto serio y sereno. Lleva una bolsa colgando al hombro, un cayado en una mano y un cordero junto a él. Viste chaqueta marrón, pantalón oscuro y pañuelo azul sobre la cabeza. En la base aparece grabado su nombre: Francisco. El estilo rústico y los detalles sencillos refuerzan el carácter contemplativo del niño. Medidas. Altura: 19 cm. Ancho: 7 cm. Fondo: aprox. 6 cm. Peso: 460 g. Tamaño compacto-medio, ideal para altares domésticos, vitrinas, catequesis o regalos espirituales. Uso devocional. Especialmente indicado como ejemplo de vida silenciosa ofrecida a Dios. Recomendado para quienes valoran la oración en silencio, para regalar a niños, catequistas o como recuerdo mariano de peregrinación. Resumen. Una figura que representa la fe silenciosa, la pureza interior y el valor de la oración contemplativa desde la infancia. Obra del Monasterio de Belén que honra al pequeño pastor que vivió su fe con profundidad y sin estridencias..