Descripción |
San Francisco de Paula, fundador de los Mínimos y ejemplo de vida austera, penitente y profundamente contemplativa, es representado aquí como anciano sabio, con báculo adornado con el sol radiante y un libro cerrado. El conjunto está dispuesto dentro de un altar barroco con columnas y ángeles, que refuerzan su carácter de santidad, milagro y recogimiento. La imagen transmite autoridad espiritual y humildad radical. Materiales y diseño. Talla realizada a mano por escultores italianos de Val Gardena en madera de arce o tilo. San Francisco aparece de pie, con hábito oscuro y capucha, barba larga, y rostro de expresión serena y firme. Porta en su mano derecha un báculo con el característico sol con el monograma “Charitas”, y en la izquierda un libro cerrado. A sus pies, sobre la peana central, dos ángeles arrodillados completan el conjunto. El altar incluye columnas marmoleadas, fondo gris, hornacina dorada y remate barroco superior. Medidas. Altura: a elegir con el selector. Base: altar completo curvado, con molduras en verde, rojo y dorado, y escudo central decorativo. Acabado. Policromía sobria y brillante, en tonos negro, marrón, dorado y crema. El hábito presenta textura mate. El báculo con el sol esculpido en relieve está dorado, con excelente definición. El rostro está tratado con expresividad sobria, y el libro transmite sabiduría contenida. Los ángeles están policromados con colores suaves y delicados. Uso devocional. Ideal para conventos mínimos, parroquias bajo su advocación, espacios de oración contemplativa o capillas rurales. También muy adecuada para casas de retiro, oratorios personales o lugares donde se predique la humildad, el ayuno y la penitencia. Resumen. Una imagen sobria, profunda y espiritualmente poderosa. San Francisco de Paula, testigo del amor divino en la austeridad más radical, aparece aquí como guía silencioso hacia una vida entregada. Este altar es una invitación constante a la caridad activa, la oración silenciosa y la humildad auténtica..
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Este cáliz, también utilizable como copón, presenta una decoración esmaltada vibrante con una imagen central de Cristo Rey y motivos eucarísticos de la vid Una pieza que une solemnidad, simbolismo y arte sacro, ideal para celebraciones mayores o para custodiar el Cuerpo de Cristo Materiales y diseño Fabricado en latón con interior dorado pulido, la copa externa está decorada con esmalte cloisonné en fondo azul profundo En el frente destaca la figura de Cristo coronado en actitud de bendición, rodeado de rayos dorados y elementos ornamentales simétricos El nudo, de gran volumen, está ricamente trabajado en relieve dorado con motivos vegetales La base esmaltada está decorada con racimos de uvas, hojas de vid y volutas, haciendo referencia al vino eucarístico y a la fecundidad espiritual Medidas Altura: 20 cm Diámetro de la copa: 10 cm Uso litúrgico Perfecto como cáliz para celebraciones solemnes de Cristo Rey, Corpus Christi, o como copón para conservar formas consagradas en altares con ornamentación rica También es una opción destacada como cáliz conmemorativo en aniversarios o regalos sacerdotales Una pieza de adoración real y belleza eucarística Este cáliz o copón presenta a Cristo como Rey del Universo, rodeado del símbolo de la vid, fuente del vino consagrado, en una obra que eleva la liturgia con nobleza y esplendor.
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