San Patricio, obispo y evangelizador de Irlanda en el siglo V, es una figura de gran simbolismo cristiano y cultural. Conocido por su labor misionera y por haber introducido el cristianismo en tierras celtas, es representado en esta imagen con su vestimenta episcopal y báculo, en actitud de bendición y guía. También se le atribuye la enseñanza del misterio de la Trinidad a través del trébol, convertido hoy en uno de sus emblemas más reconocidos. Materiales y diseño. Figura realizada en resina de poliéster, pintada a mano. San Patricio aparece de pie, con mitra y capa verde decorada en dorado, sosteniendo un báculo episcopal en su mano derecha. Viste alba blanca con detalles dorados y una túnica azul. La mitra está decorada con pequeñas gemas simuladas en tonos rojos. A sus pies, se observa un trébol y una serpiente, en alusión a la tradición que lo asocia con la expulsión simbólica del mal. Medidas. Altura: 12 cm. Base: aproximadamente 5 x 4 cm. Acabado. Colores vivos y contrastados, con acabados dorados en mitra, báculo y orla de la base. La pintura es satinada, resaltando bien los detalles. El rostro sereno y barbado refleja sabiduría pastoral y firmeza apostólica. Uso devocional. Ideal para oratorios personales, altares o vitrinas devocionales. Muy apreciada por fieles irlandeses o quienes tienen devoción a San Patricio como intercesor contra el mal espiritual, enfermedades o para guiar misiones evangelizadoras. También es símbolo de renovación interior. Resumen. Una figura compacta y solemne que representa con detalle al gran evangelizador de Irlanda. San Patricio nos recuerda la fuerza transformadora del Evangelio y la misión de llevar la luz de la fe incluso a las tierras más lejanas..