Figura de burro realizada por el escultor José Luis Mayo Lebrija, reconocido por la calidad y realismo de sus creaciones belenistas.
Representa al animal en postura tranquila, con la cabeza ligeramente inclinada y orejas erguidas, transmitiendo serenidad.
Es una pieza indispensable en el portal de Belén, junto al buey y la Sagrada Familia.
Materiales y diseño.
Elaborado en terracota y policromado artesanalmente, con un acabado que resalta el pelaje y los rasgos anatómicos.
El estilo de Mayo se percibe en la fidelidad de las proporciones y la naturalidad expresiva del animal, lo que garantiza una perfecta integración en la escena principal del nacimiento.
Características y medidas.
Altura de referencia de San José: 11 cm.
Proporción necesaria del entorno: belenes de 10 a 12 cm.
Tipo: figura individual de animal (burro en pie).
Material: terracota (barro cocido).
Acabado: policromado.
Medidas visibles aproximadas: 7 cm de alto x 9,5 cm de largo x 3,5 cm de fondo.
Uso devocional.
Ideal para situarse en el portal junto al Niño Jesús, la Virgen y San José, tradicionalmente acompañado por el buey.
También puede formar parte de escenas rurales o de camino en belenes de tamaño medio.
Resumen.
Burro de barro de 11 cm de José Luis Mayo Lebrija, pieza artesanal en terracota policromada que aporta realismo y tradición al belén, imprescindible en la representación del misterio.
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Esta imponente imagen de San Antonio de Padua con el Niño Jesús transmite ternura, fortaleza espiritual y una presencia destacada para espacios amplios de oración o culto.
San Antonio aparece de pie, con hábito franciscano, sosteniendo al Niño en brazos y un libro en la mano, en clara referencia a su sabiduría y al célebre milagro de la aparición del Niño durante una de sus oraciones.
Materiales y diseño.
Figura elaborada en resina de poliéster, pintada a mano.
El santo viste hábito marrón franciscano con cordón blanco y rosario colgante con cruz de madera.
En su brazo izquierdo lleva al Niño Jesús, representado con lirios en la mano y expresión sonriente.
El libro rojo en la mano derecha simboliza la Palabra de Dios.
La base circular está decorada con motivos dorados en relieve.
Medidas.
Altura:
60 cm.
Base:
20 x 20 cm.
Acabado.
Acabado satinado con colores vivos y líneas suaves.
La pintura está aplicada con precisión y cuidado en cada detalle:
los pliegues del hábito, los rasgos de los rostros y los elementos simbólicos.
La base ornamentada aporta elegancia y estabilidad, reforzando la solemnidad de la pieza.
Uso devocional.
Ideal para parroquias, conventos, capillas, colegios religiosos o como figura central en altares mayores.
Muy adecuada también para lugares de formación franciscana o instituciones que llevan el nombre del santo.
Resumen.
Una figura de gran tamaño y fuerza espiritual, que transmite la ternura y firmeza del santo predicador.
San Antonio es modelo de humildad, sabiduría y devoción profunda al Niño Jesús.
Una pieza ideal para destacar su presencia en espacios de oración comunitaria..

San Francisco Javier, gran misionero jesuita y patrono de las misiones, es representado con los brazos abiertos, en una actitud de entrega total y confianza en Dios.
Esta imagen, pequeña pero expresiva, transmite su ardor evangelizador, su alegría en el anuncio del Evangelio y su vida entregada al servicio de los más alejados.
Materiales y diseño.
Figura elaborada en resina de poliéster, pintada a mano.
San Francisco Javier viste hábito franciscano (símbolo de su espiritualidad misionera), con bordes dorados y cordón blanco.
Se encuentra en una nube, evocando su elevación espiritual.
El rostro mira hacia arriba con expresión de júbilo.
Lleva nimbo dorado decorado y un crucifijo colgando del cordón.
Medidas.
Altura:
12 cm.
Base:
aproximadamente 9 x 3 cm.
Acabado.
Acabado satinado con detalles dorados en los bordes del hábito y el nimbo.
La expresión del rostro está bien lograda y transmite fervor espiritual.
La pintura es precisa, con equilibrio entre lo decorativo y lo devocional.
Uso devocional.
Ideal para escritorios, vitrinas, pequeños altares, o como obsequio a misioneros, seminaristas, catequistas o personas comprometidas con la evangelización.
Muy apropiada también para colegios, parroquias o comunidades con carisma misionero.
Resumen.
Una figura pequeña, pero intensa en significado, que transmite el ardor apostólico y la entrega incondicional de San Francisco Javier.
Perfecta para quienes desean un recordatorio visible del compromiso con la misión y la confianza en la acción del Espíritu..