Escultura de San Onofre, eremita del siglo IV, patrón de los que buscan el sustento y figura venerada por su vida austera, su penitencia y su fe firme en la Providencia.
Esta imagen, realizada por Imagineros de Olot, destaca por su fidelidad a la iconografía ascética y su carácter simbólico.
Materiales y diseño.
Modelada en pasta de madera y pintada completamente a mano, esta imagen muestra a San Onofre con el cuerpo semidesnudo, cubierto con un manto de pieles y larga barba, signo de su vida en el desierto.
Sostiene un libro abierto con escritura simbólica en la mano izquierda y un bastón alto en la derecha.
A sus pies se encuentran una calabaza (símbolo del agua providencial) y una corona caída (renuncia a lo mundano).
El rostro, de expresión serena y profunda, tiene ojos de cristal que otorgan realismo.
La figura se apoya sobre base marmoleada de corte octogonal.
Medidas.
Tamaño a elegir con el selector.
Disponible en varias alturas, ideal para capillas rurales, devoción particular, templos populares, ermitas o espacios dedicados a la intercesión por necesidades materiales.
Acabado.
Acabado a elegir con el selector.
Opciones:
normal, policromado, pan de oro o extra.
Uso devocional.
Muy recomendada para personas que buscan ayuda en la oración por trabajo, necesidades económicas o sustento diario.
También indicada para comunidades que promueven la oración silenciosa, la vida contemplativa o la renuncia espiritual como camino de santidad.
Resumen.
Una imagen de fuerte expresividad espiritual, que une lo austero con lo profundo, símbolo de confianza radical en Dios.
Obra de Imagineros de Olot, ideal para devoción popular y oración sencilla..