Descripción |
Santa María de la Cabeza, esposa de San Isidro Labrador, es conocida por su vida sencilla, oración constante y amor al trabajo. Campesina de alma humilde, vivió dedicada a la caridad y al silencio evangélico. Esta imagen la representa como mujer del campo, sosteniendo una gavilla de trigo y una hoz, símbolos de su laboriosidad, su unión con la tierra y su ejemplo de santidad cotidiana. Es modelo de mujeres creyentes y trabajadoras. Materiales y diseño. Figura tallada a mano en madera natural por escultores de Val Gardena. Santa María aparece de pie, en movimiento suave, con vestimenta de labradora: blusa blanca, chaleco oscuro, falda larga en tonos ocres y delantal rojizo. Sostiene un manojo de espigas de trigo con una hoz entre los brazos, mientras su rostro refleja serenidad y dignidad. Su cabello está recogido en trenzas que enmarcan un semblante joven y luminoso. Medidas. Altura: a elegir con el selector. Base: poligonal, con ligera textura imitando suelo de labranza. Acabado. Talla completamente artesanal, con pintura policromada aplicada a mano. Los colores son terrosos, cálidos y armoniosos, que evocan la vida rural. Se aprecian detalles en las espigas, el borde de los vestidos y la expresión facial. La figura posee un equilibrio entre movimiento y recogimiento, ideal para transmitir espiritualidad cotidiana. Uso devocional. Ideal para parroquias rurales, asociaciones agrícolas, cofradías, hogares cristianos y comunidades que valoran la espiritualidad del trabajo y la vida familiar. También apropiada para colegios, centros de espiritualidad o como homenaje a la mujer campesina. Resumen. Una imagen sencilla y hermosa que encarna la santidad en la vida cotidiana. Santa María de la Cabeza es testimonio de fe silenciosa, trabajo humilde y oración perseverante. Una figura que transmite paz y dignidad del servicio..
|
San Juan Nepomuceno, sacerdote y mártir del siglo XIV, es venerado como protector del sigilo sacramental y patrono contra calumnias e indiscreciones. Esta imagen lo representa con sus atributos característicos: el crucifijo, la palma del martirio y el libro, símbolo de su fidelidad al Evangelio. Su figura transmite firmeza, discreción y santidad sacerdotal. Materiales y diseño. Talla realizada a mano por escultores italianos de Val Gardena, en madera de arce o tilo. San Juan aparece de pie, vestido con sotana negra, roquete blanco y capa con piel, según la indumentaria tradicional de canónigo. Sostiene en una mano la palma del martirio y en la otra un crucifijo con Cristo en relieve. A sus pies reposa un libro abierto. El rostro es sereno, con barba corta, y la cabeza ligeramente inclinada. Medidas. Altura: a elegir con el selector. Base: redonda, con moldura y plataforma natural en tonos piedra y madera. Acabado. Policromía rica y elegante, aplicada a mano con tonos dorados, burdeos, marfil y negro satinado. La capa presenta texturas realistas, mientras los detalles del crucifijo, libro y ornamentos litúrgicos están minuciosamente rematados. El rostro refleja dulzura y firmeza, características propias del santo. Uso devocional. Recomendada para iglesias, sacristías, seminarios o espacios donde se quiera destacar la importancia del silencio, la confesión y la fidelidad pastoral. También ideal para devotos del clero, abogados, jueces o quienes buscan amparo ante la injusticia. Resumen. Una imagen profundamente simbólica y espiritual. San Juan Nepomuceno, testigo fiel del sigilo y la verdad, sigue siendo ejemplo de integridad sacerdotal. Esta talla es un tributo a la santidad discreta y al valor del testimonio silencioso..
|
San Longino, el centurión romano que traspasó el costado de Cristo en la cruz y que, según la tradición, se convirtió al contemplar la muerte del Salvador, es representado aquí como soldado, con lanza en mano y porte decidido. La figura resalta su papel como testigo directo de la Pasión y como mártir de la fe. Es una imagen que transmite fuerza, conversión y testimonio. Materiales y diseño. Talla artesanal realizada en madera de arce o tilo por escultores italianos de Val Gardena. San Longino aparece de pie, ataviado con indumentaria de soldado romano: coraza metálica, túnica corta, capa rojiza y sandalias. En su mano derecha sostiene una lanza, símbolo de su participación en la crucifixión. Su expresión es serena y reflexiva, alejada de la agresividad, y representa el momento posterior a su conversión. Medidas. Altura: a elegir con el selector. Base: rectangular con perfil facetado y acabado barnizado en tono piedra natural. Acabado. Policromía aplicada a mano, con tonos tierra, rojo burdeos, verde y plata envejecida. La coraza tiene acabado metálico realista. El rostro y la postura del santo combinan nobleza y recogimiento. El tratamiento de la lanza y los pliegues del ropaje reflejan dinamismo y precisión artesanal. Uso devocional. Ideal para parroquias que celebran la Pasión, capillas de adoración eucarística, espacios litúrgicos de Semana Santa o centros espirituales que trabajan el tema de la conversión. También adecuada para colecciones devocionales o templos bajo su advocación. Resumen. Una imagen sobria, simbólica y profundamente testimonial. San Longino, centurión convertido y mártir, se presenta aquí como figura de encuentro con la verdad y transformación interior. Esta talla combina historia, fe y arte con gran fuerza visual..
|