Dalmática en tejido Tasmania con bordado IHS - Colores litúrgicos a elegir

Longitud aproximada: 125 cm.
Ancho: 150 cm aprox.
Bordado central vertical.
Corte amplio y cómodo para el celebrante.

La dalmática es la vestidura propia del diácono dentro de la liturgia de la Iglesia. Su uso se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando era una prenda de honor entre los romanos y, posteriormente, adoptada por la Iglesia como símbolo del servicio alegre y generoso del diácono al altar y a la comunidad.

En la liturgia, la dalmática representa la caridad y el espíritu de servicio. Su forma, amplia y con mangas, refleja la disposición a servir con libertad y entrega, participando activamente en la proclamación del Evangelio, la preparación del altar y la asistencia al sacerdote en la celebración eucarística.

En El Ángel Arte Sacro ofrecemos dalmáticas confeccionadas artesanalmente por talleres especializados en ornamentos sagrados, elaboradas con tejidos litúrgicos de alta calidad como damasco, brocado, raso o moaré, disponibles en los cuatro colores litúrgicos (blanco, verde, rojo y morado), así como en dorado y azul mariano para solemnidades especiales.

Cada modelo está diseñado para combinar elegancia, comodidad y durabilidad, con cortes amplios que permiten una caída natural y una movilidad adecuada durante la liturgia. Las costuras y forros se realizan con precisión, garantizando resistencia y confort incluso en celebraciones prolongadas.

Las decoraciones pueden incluir galones dorados o plateados, bordados eucarísticos, cruces, espigas o racimos, y bandas frontales y traseras que realzan la verticalidad de la prenda. Los bordados se ejecutan a mano o a máquina con hilos metálicos de oro o plata, siguiendo los patrones clásicos del arte sacro.

Disponemos también de conjuntos coordinados de dalmática y estola diaconal, a juego con las casullas y capas pluviales de la misma colección, permitiendo mantener una unidad estética y litúrgica en el conjunto del presbiterio.

Las dalmáticas ligeras o veraniegas están confeccionadas con tejidos transpirables y flexibles, ideales para celebraciones al aire libre o climas cálidos, mientras que las versiones solemnes presentan tejidos más pesados y ornamentaciones en relieve, apropiadas para festividades mayores o liturgias pontificales.

Más allá de su función ornamental, la dalmática tiene un profundo significado espiritual: representa el amor hecho servicio y la alegría de servir al altar. Es el manto de la caridad que reviste al diácono cuando ejerce su ministerio, recordándole que su misión es proclamar la Palabra y servir a los pobres con el corazón de Cristo.

En El Ángel Arte Sacro seleccionamos dalmáticas litúrgicas confeccionadas con esmero, materiales nobles y acabados impecables. Cada prenda une la tradición del arte textil eclesiástico con la funcionalidad moderna, ofreciendo una vestidura digna, elegante y plenamente litúrgica.

Más que un ornamento, la dalmática es un símbolo de servicio, caridad y participación en el misterio de Cristo. En El Ángel Arte Sacro, cuidamos cada detalle para ofrecer piezas que enriquezcan la liturgia con solemnidad, belleza y devoción.

Artesanos Italianos del Arte Religioso en General.

Elegancia, técnica y tradición en el arte sacro europeo.

La denominación “Artesanos Italianos del Arte Religioso” comprende a los numerosos talleres y maestros artesanos de Italia dedicados a la escultura, orfebrería, pasamanería, pintura devocional y confección de ornamentos litúrgicos, herederos directos del esplendor artístico del Renacimiento y el Barroco.

Italia ha sido, desde hace siglos, cuna del arte cristiano. En sus regiones —Toscana, Lombardía, Veneto, Trentino o Sicilia— se conservan escuelas de imaginería y orfebrería que combinan el dominio técnico con una profunda sensibilidad espiritual. Los artesanos italianos destacan por su finura en el modelado, equilibrio de proporciones y armonía estética, cualidades que han hecho de sus obras un referente internacional.

Su producción abarca un amplísimo espectro: esculturas religiosas en madera, resina o terracota; belenes y figuras de Natividad; objetos litúrgicos; bordados eclesiásticos; lámparas de aceite; cuadros devocionales y elementos decorativos. Cada pieza es fruto de un cuidadoso proceso manual que une buen gusto, precisión y sentido de lo sagrado.

Los talleres italianos emplean materiales nobles —madera, bronce, plata, pan de oro, tejidos brocados o sedas litúrgicas— y aplican acabados de gran calidad, garantizando durabilidad y belleza. Sus obras se distinguen por una estética equilibrada entre lo clásico y lo contemporáneo, manteniendo siempre la fidelidad a la tradición iconográfica de la Iglesia.

En El Ángel, los Artesanos Italianos del Arte Religioso representan la excelencia artística del arte sacro europeo, valorada por su pureza formal, elegancia y minuciosidad, ideales para templos, altares, coleccionistas o devoción personal. Cada creación es un testimonio del vínculo entre el arte, la fe y la belleza que caracteriza al espíritu italiano.