La corona de Adviento es un objeto tradicionalmente utilizado en las iglesias y hogares cristianos durante las semanas previas a la Navidad, específicamente en el período de Adviento. Este tiempo de preparación para la llegada de Jesús se celebra durante los cuatro domingos antes de Navidad, y la corona de Adviento se convierte en un símbolo visual de ese tiempo de espera y esperanza.
La corona generalmente está hecha de ramas de pino o abeto, representando la vida eterna y la naturaleza espiritual de Cristo, quien es considerado la luz que viene a iluminar el mundo. Las ramas verdes simbolizan la esperanza y el renacimiento, y son un recordatorio de que, aunque el invierno puede ser oscuro y frío, la luz de Cristo traerá calor y vida.
En la corona de Adviento hay cuatro velas, que se encienden una por una en cada domingo de Adviento:
- Primera vela (generalmente morada): Representa la esperanza y se enciende el primer domingo de Adviento.
- Segunda vela (también morada): Representa la paz y se enciende el segundo domingo de Adviento.
- Tercera vela (rosada o de color rosa): Representa la alegría y se enciende el tercer domingo, conocido como el "Domingo de Gaudete".
- Cuarta vela (morada): Representa el amor y se enciende el cuarto domingo de Adviento.
A veces, hay una quinta vela en el centro de la corona, que es de color blanco y se enciende en la Nochebuena o el día de Navidad. Esta vela simboliza Cristo, la luz del mundo que ha llegado.
Además de las velas, la corona puede estar adornada con piñas, bayas rojas, cintas o decoraciones que añaden un toque festivo y simbolizan el paso del tiempo y la celebración de la vida.
El acto de encender las velas durante las semanas de Adviento es una tradición que invita a la reflexión y preparación espiritual, al igual que una llamada a la espera gozosa de la Navidad, recordando el significado profundo de la venida de Cristo al mundo.