San Elías, profeta del Antiguo Testamento, es conocido por su celo por Dios, su vida austera y su papel crucial como defensor de la fe frente a la idolatría.
Esta figura lo representa con túnica profética, corona simbólica de autoridad divina, una espada en una mano y el dedo índice de la otra apuntando al cielo, gesto que evoca su llamado al pueblo a volver al Dios verdadero.
Es patrono del Carmelo y modelo de vida contemplativa y profética.
Materiales y diseño.
Figura realizada en resina de poliéster, pintada a mano.
San Elías aparece de pie con túnica blanca y manto rojizo, barba blanca y corona dorada.
Sostiene una espada curva en la mano izquierda y con la derecha señala hacia el cielo.
La base es circular, dorada, con cenefa decorativa en relieve.
Medidas.
Altura:
12,5 cm.
Base:
circular, aprox.
5,5 cm de diámetro.
Acabado.
Pintura satinada con tonos tierra.
El contraste entre la túnica clara, el manto rojo y el metalizado de la espada y la base ofrece una estética equilibrada.
El rostro es sereno pero determinado, con gesto de firmeza profética.
Uso devocional.
Ideal para altares domésticos, comunidades carmelitas, conventos o personas que oran por el don del discernimiento, el espíritu de verdad o viven una vocación contemplativa o profética.
También apropiada como símbolo de combate espiritual.
Resumen.
Una figura fuerte y simbólica que representa el coraje, la fidelidad y la voz de Dios en medio de las tinieblas.
San Elías nos recuerda que la verdad, cuando es vivida con integridad, siempre apunta hacia lo alto..