Cruz de 35 mm elaborada en plata de ley con un diseño limpio, de líneas rectas y superficie completamente lisa.
El acabado pulido a brillo espejo resalta su forma clásica y sobria, convirtiéndola en una pieza elegante y atemporal.
Ideal para quienes buscan un símbolo de fe sencillo pero con presencia, perfecta tanto para uso personal como para regalar.
Medidas: 35 mm de alto.
Material: Plata de ley 925.
Acabado: Pulido brillante, superficie completamente lisa.
Características: Diseño clásico de cruz recta, anilla superior para colgar.
Ideal para: Uso diario, comuniones, confirmaciones o regalo espiritual de estilo minimalista..

Esta bella representación de la Santísima Trinidad muestra la coronación de la Virgen María como Reina del Cielo, una escena que expresa la unión eterna del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en el acto de glorificación de la Madre de Dios.
Una figura profundamente simbólica que refleja la plenitud del amor divino y el lugar especial que ocupa María en el misterio trinitario.
Materiales y diseño.
Figura elaborada en resina de poliéster, pintada a mano.
Sentados sobre un trono de nubes están Dios Padre, con túnica blanca y manto rojo, y Dios Hijo, con túnica dorada y manto rojo.
Ambos colocan una corona dorada sobre la cabeza de la Virgen María, arrodillada en el centro con manos en oración.
Sobre ellos desciende la paloma del Espíritu Santo, enmarcada en una aureola dorada en forma de rayos.
Medidas.
Altura: 20 cm.
Base: rectangular dorada, aprox.
11 x 7 cm.
Acabado.
Pintura satinada con colores vivos y detalles dorados.
Las vestiduras están bien definidas en pliegues y tonos.
La paloma del Espíritu Santo y la corona están cuidadosamente modeladas.
El rostro de María transmite humildad y paz.
Uso devocional..
Ideal para altares principales, vitrinas devocionales, parroquias, comunidades religiosas o como regalo para consagraciones marianas.
También adecuada para hogares que desean honrar a la Virgen como Reina y celebrar el misterio de la Trinidad.
Resumen.
Una figura cargada de belleza espiritual y simbolismo teológico.
Esta imagen de la Santísima Trinidad coronando a María nos invita a contemplar el misterio del amor eterno que une al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo con toda la Iglesia.
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