Pastor N.º 11. 16 Cm. Autor: José Luis mayo Lebrija.

San Roque, peregrino y protector contra las epidemias, es uno de los santos más venerados por su compasión con los enfermos y su entrega total al servicio de los más necesitados.
Esta imagen lo representa con su iconografía tradicional:
mostrando la llaga en la pierna y acompañado por el perro fiel que, según la tradición, le llevaba pan durante su enfermedad.
Es patrono de los caminantes, de los enfermos contagiosos y de quienes confían en la providencia.
Materiales y diseño.
Figura tallada a mano por escultores de Val Gardena en madera de arce o tilo, según tamaño.
San Roque aparece vestido como peregrino medieval, con capa, sombrero con concha, túnica recogida y bastón alto.
Levanta un lado de su túnica para mostrar la llaga, mientras a sus pies se encuentra el perro que lleva el pan en la boca.
La postura es relajada, con mirada serena y expresión de recogimiento.
Medidas.
Altura:
a elegir con el selector.
Base:
redonda con suelo rocoso esculpido y moldura clásica.
Acabado.
Talla completamente artesanal, policromada a mano.
Los tonos predominantes son tierra, beige, marrón y dorado envejecido.
El rostro muestra una expresión tranquila y humilde.
El bastón, el zurrón y la concha están esculpidos con gran realismo.
El perro, representado con afecto y detalle, aporta ternura y fuerza simbólica al conjunto.
Uso devocional.
Ideal para parroquias rurales, hospitales, capillas de peregrinación, asociaciones de ayuda a los enfermos, hogares, y oratorios donde se reza por la sanación física y espiritual.
También muy adecuada para comunidades en misión o en tiempos de dificultad.
Resumen.
Una imagen profundamente humana que transmite fe, esperanza y confianza en la misericordia divina.
San Roque, peregrino herido y fiel, nos enseña que incluso en la enfermedad, Dios provee y sostiene.
Esta talla une belleza espiritual, tradición y consuelo..

San Benito de Nursia, patriarca del monacato occidental y autor de la Regla benedictina, es representado como maestro espiritual, con báculo abacial, libro y cuervo a sus pies, símbolo de obediencia, retiro y sabiduría.
Esta imagen, dispuesta en un altar barroco con columnas y ángeles, transmite firmeza espiritual, autoridad moral y protección contra el mal.
Materiales y diseño.
Talla realizada a mano en madera de arce o tilo por escultores de Val Gardena.
San Benito aparece con hábito negro benedictino, báculo en la mano izquierda, y libro en la derecha.
A sus pies, un cuervo con pan en el pico, referencia al milagro en el que el santo fue librado de un intento de envenenamiento.
El altar barroco está compuesto por columnas marmoleadas, fondo gris, hornacina dorada, remate superior tallado y dos ángeles arrodillados a los lados.
Medidas.
Altura:
a elegir con el selector.
Base:
altar completo, con molduras en tonos verde, rojo, blanco y dorado, y escudo central.
Acabado.
Policromía sobria y elegante, con predominio de tonos oscuros, dorados, marrones y beiges.
El hábito presenta un acabado mate que resalta su sobriedad.
El cuervo, el libro y el báculo están esculpidos con gran nivel de detalle.
El rostro del santo transmite severidad serena y autoridad interior.
Uso devocional.
Ideal para monasterios benedictinos, parroquias bajo su advocación, capillas de retiro, bibliotecas espirituales, o como figura principal en espacios donde se invoca la protección contra el mal.
También recomendada como modelo de vida ordenada y consagrada.
Resumen.
Una imagen sólida, profunda y cargada de simbolismo espiritual.
San Benito, maestro de oración, sabiduría y disciplina, se presenta aquí como faro de luz frente a la confusión y el mal.
Este altar ofrece una presencia devocional que fortalece y guía..