San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús y maestro del discernimiento espiritual, es representado en esta figura con acabado dorado, sosteniendo en una mano el libro de los Ejercicios Espirituales y en la otra un crucifijo.
Esta imagen combina fuerza intelectual, fervor místico y autoridad espiritual, ideal para ambientes ignacianos o espacios dedicados al estudio y la oración.
Materiales y diseño.
Figura elaborada en resina de poliéster con aplicación de pintura en acabado dorado envejecido.
San Ignacio aparece con túnica rica en texturas, libro abierto en la mano izquierda y crucifijo en la derecha.
La base rectangular es sobria, acorde al conjunto.
Su expresión refleja sabiduría y entrega.
Medidas.
Altura:
12 cm.
Base:
aproximadamente 5 x 4 cm.
Acabado.
Acabado brillante con predominancia de tonos dorados, rojos y envejecidos.
Los detalles del libro y del crucifijo están esculpidos con precisión para su tamaño.
El estilo general es decorativo y simbólico, sin perder su sentido devocional.
Uso devocional.
Ideal para escritorios, bibliotecas, colegios jesuitas, oficinas de espiritualidad, o como regalo para personas cercanas a la pedagogía ignaciana o los Ejercicios Espirituales.
También apropiado para espacios académicos o religiosos donde se valore la figura de San Ignacio como guía espiritual.
Resumen.
Una imagen compacta, decorativa y profundamente simbólica.
San Ignacio de Loyola, con su libro y crucifijo, nos recuerda que el verdadero conocimiento se alcanza en oración, discernimiento y servicio.
Perfecta para quien busca una figura sobria con gran fuerza espiritual..