Imponente imagen de la Virgen de Lourdes de 103 cm de altura, elaborada en resina de poliéster.
Representa a la Virgen en actitud de oración, vestida con túnica blanca, cinturón azul y rosario dorado que cuelga de sus manos.
A sus pies destacan delicadas rosas amarillas, símbolo característico de sus apariciones.
La Virgen de Lourdes es venerada como patrona de los enfermos y protectora ante las dificultades.
Su devoción se centra en Lourdes, Francia, donde se le atribuyen numerosos milagros de sanación.
Ideal para altares, capillas o espacios devocionales.
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Santa Clara de Asís, fundadora de la Orden de las Clarisas y una de las figuras más luminosas del franciscanismo, es modelo de pobreza evangélica, vida contemplativa y amor ardiente a la Eucaristía.
Esta imagen la presenta en su gesto más representativo:
alzando con fe un ostensorio, símbolo del milagro con el que defendió a su comunidad.
Es una figura que irradia fuerza interior, serenidad y confianza en la presencia real de Cristo.
Materiales y diseño.
Escultura realizada en resina de poliéster, pintada a mano.
Santa Clara aparece con hábito franciscano de tonos marrones y velo negro, aureola dorada, y un ostensorio en su mano derecha sostenido sobre un paño azul.
A sus pies, un grupo de rosas rojas completa la escena como símbolo de su delicadeza y espiritualidad.
La base circular, decorada con greca dorada, aporta elegancia y estabilidad.
Medidas.
Altura:
20 cm.
Base:
7 x 6 cm.
Acabado.
Pintura en tonos suaves con toques brillantes en el ostensorio, la aureola y la base.
Los detalles están bien definidos:
el rostro sereno, el gesto firme, las flores y los pliegues del manto.
El acabado transmite equilibrio entre dulzura y solemnidad.
Uso devocional.
Ideal para capillas, oratorios, conventos, adoradores eucarísticos o personas que valoran la vida interior y la oración contemplativa.
Muy apropiada también para regalar a religiosas franciscanas o como signo de protección espiritual del hogar.
Resumen.
Una imagen imponente y devocional de Santa Clara, que recuerda su fe viva en la Eucaristía y su entrega total al Evangelio.
Perfecta para quienes desean una presencia fuerte y contemplativa en su espacio de oración..

San Antonio de Padua es uno de los santos más venerados por su amor a Cristo, su sabiduría en la predicación y su intercesión poderosa.
En esta imagen de gran tamaño, se le representa con el Niño Jesús sobre un libro, signo de la Palabra viva y del milagro místico que vivió en oración.
Su postura firme y su expresión serena lo muestran como protector y guía espiritual.
Materiales y diseño.
Figura realizada en resina de poliéster y pintada a mano.
San Antonio viste el tradicional hábito franciscano marrón, con cordón a la cintura y rosario colgado.
En sus manos sostiene un libro abierto, sobre el que descansa el Niño Jesús en actitud de bendición, vestido de blanco y con un lirio.
La base circular está decorada en dorado con relieves finos.
Medidas.
Altura:
40 cm.
Base:
14 x 12 cm.
Acabado.
Acabado satinado, con muy buena definición en los pliegues del hábito, los detalles del rostro y la ornamentación de la base.
La pintura está cuidadosamente aplicada en tonos cálidos.
La figura tiene presencia solemne y está bien proporcionada para su uso en espacios amplios.
Uso devocional.
Especialmente indicada para capillas, parroquias, altares grandes o instituciones religiosas.
También muy adecuada como figura principal en devociones particulares a San Antonio, en hogares o centros que llevan su nombre.
Resumen.
Una figura imponente y llena de ternura, que transmite la cercanía de San Antonio y su amor por Jesús.
Un referente de fe, predicación y caridad que continúa inspirando a generaciones enteras de fieles..