Figura de la Virgen María con el Niño Jesús dormido en brazos, de 40 cm de altura, hecha en resina de poliéster.
la imagen muestra a la Virgen con túnica roja y manto verde con bordes dorados, abrazando amorosamente al Niño, quien descansa confiado.
ideal para altar, regalo o colección, representa la dulzura y el cuidado maternal de María, fuente de consuelo y refugio para sus devotos.
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Esta conmovedora escena representa a San Francisco de Asís abrazado al cuerpo de Cristo crucificado, en un gesto de total identificación con el sufrimiento redentor de Jesús.
San Francisco, fundador de la orden franciscana y amante de la pobreza evangélica, es mostrado con rostro de compasión, mirando al Salvador desde el costado herido.
La figura transmite amor, entrega y contemplación profunda del misterio de la Cruz.
Materiales y diseño.
Figura modelada en resina de poliéster y pintada a mano.
Cristo aparece crucificado con corona de espinas, sudario y las llagas visibles.
La cruz tiene textura imitación madera.
A sus pies, San Francisco viste el hábito marrón franciscano con cordón dorado y se aferra al cuerpo de Jesús con expresión de ternura y dolor.
La base está formada por una superficie de roca simulada, que da estabilidad a toda la escena.
Medidas.
Altura:
15 cm.
Base:
8 x 4 cm.
Acabado.
Acabado satinado en tonos suaves y terrosos, con buena definición en los pliegues del hábito, el rostro de Cristo y los detalles de la cruz.
La pintura está bien aplicada, destacando el dramatismo contenido de la escena.
La unión de ambas figuras crea una composición vertical armónica y emocionalmente intensa.
Uso devocional.
Ideal para altares personales, escritorios, retiros espirituales, oratorios franciscanos o como regalo significativo para religiosos o devotos del carisma franciscano.
También es una imagen que invita a la meditación sobre el amor redentor de Cristo y la vocación a compartir su cruz.
Resumen.
Una figura profundamente espiritual que representa el abrazo entre el hombre que quiso vivir como Cristo y el Salvador que se entregó por amor.
Un recordatorio visual del llamado a vivir con humildad, pobreza y entrega total al Crucificado..

San Judas Tadeo, apóstol de Cristo y patrono de las causas difíciles y desesperadas, es representado aquí con gran solemnidad.
Porta el medallón con el rostro de Jesús sobre el pecho y una llama sobre su cabeza, símbolo del Espíritu Santo recibido en Pentecostés.
Con expresión firme y compasiva, esta figura de gran tamaño transmite esperanza, intercesión poderosa y confianza para quienes acuden a él.
Materiales y diseño.
Figura elaborada en resina de poliéster y pintada a mano.
San Judas viste túnica blanca con manto verde y detalles en dorado.
Sostiene un bastón de madera en la mano derecha y el medallón dorado con el rostro de Cristo sobre el pecho.
En su cabeza, una llama roja y amarilla, símbolo de inspiración divina.
La base es redonda, decorada en negro con motivos florales dorados en relieve.
Medidas.
Altura:
60 cm.
Base:
aproximadamente 20 x 20 cm.
Acabado.
Acabado satinado, con excelente aplicación de pintura.
Los pliegues del manto, la textura del bastón y el brillo dorado del medallón están minuciosamente trabajados.
La llama está bien definida, y el conjunto mantiene armonía estética, solemnidad y profundidad devocional.
Uso devocional.
Ideal para altares parroquiales, capillas, templos, comunidades de oración, hospitales, santuarios o como figura central en grupos devocionales.
Muy recomendada para quienes hacen novenas o peticiones constantes al santo de las causas imposibles.
Resumen.
Una imagen de gran presencia y profundo significado espiritual.
San Judas Tadeo es guía y consuelo en medio de las pruebas, y esta figura lo representa con dignidad, fuerza y ternura.
Un intercesor confiable para quienes confían en el poder de la fe..