Candelero de pie para cirio pascual, realizado en metal con acabado en su color natural y decorado con escenas esculpidas en relieve que representan los momentos más significativos de la vida de Cristo:
el Nacimiento, la Crucifixión y la Resurrección.
Obra del taller español Artesanía Sacra, esta pieza combina simbolismo, arte y solemnidad litúrgica.
Materiales y diseño.
Confeccionado en metal fundido de alta calidad, este candelero presenta un cuerpo cilíndrico ricamente decorado con relieves profundamente trabajados, separados por anillos decorativos.
En la base se representa la escena del Nacimiento de Jesús, en el centro la Crucifixión, y en la parte superior la Resurrección.
La base es redonda, sólida y pulida, lo que proporciona gran estabilidad y elegancia.
Disponible también en otros acabados bajo encargo.
Medidas.
Altura total:
110,5 cm.
Diámetro de la base:
30 cm.
Equipado con pincho superior y plato para cirio pascual.
Uso litúrgico.
Diseñado para presidir la liturgia pascual y otras celebraciones destacadas, este candelero se convierte en un verdadero elemento catequético visual, recordando los misterios centrales de la fe cristiana.
Aporta solemnidad, estabilidad y belleza artística al altar.
Una pieza que une tradición iconográfica, solidez estructural y excelencia artesanal.
Firmada por Artesanía Sacra, es ideal para parroquias, catedrales y templos que desean enriquecer sus celebraciones con un candelero de alto valor simbólico y artístico..

Figura de la Virgen de Covadonga de 12 cm de altura, realizada en resina de poliéster y pintada a mano con tonos blancos, dorados y rojos.
presenta a la Virgen con corona y al Niño Jesús en brazos, acompañados de tres cabezas de querubines en la base.
esta imagen es un símbolo de la devoción mariana en Asturias, destacando por su delicadeza y detalles ornamentales.
ideal para altar, regalo o colección, es una pieza que inspira protección y fe.
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Imagen de la Virgen de la Esperanza de 11 cm de altura, realizada en resina de poliéster y finamente pintada a mano.
la Virgen luce un manto negro con ricos bordados dorados y un tocado blanco que enmarca su rostro sereno.
esta advocación es símbolo de fe y consuelo en momentos de dificultad, especialmente venerada en la semana santa.
ideal para altar, regalo o colección, transmite la Esperanza cristiana y la intercesión maternal de María.
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