Descripción |
Santa María de la Cabeza, esposa de San Isidro Labrador, es conocida por su vida sencilla, oración constante y amor al trabajo. Campesina de alma humilde, vivió dedicada a la caridad y al silencio evangélico. Esta imagen la representa como mujer del campo, sosteniendo una gavilla de trigo y una hoz, símbolos de su laboriosidad, su unión con la tierra y su ejemplo de santidad cotidiana. Es modelo de mujeres creyentes y trabajadoras. Materiales y diseño. Figura tallada a mano en madera natural por escultores de Val Gardena. Santa María aparece de pie, en movimiento suave, con vestimenta de labradora: blusa blanca, chaleco oscuro, falda larga en tonos ocres y delantal rojizo. Sostiene un manojo de espigas de trigo con una hoz entre los brazos, mientras su rostro refleja serenidad y dignidad. Su cabello está recogido en trenzas que enmarcan un semblante joven y luminoso. Medidas. Altura: a elegir con el selector. Base: poligonal, con ligera textura imitando suelo de labranza. Acabado. Talla completamente artesanal, con pintura policromada aplicada a mano. Los colores son terrosos, cálidos y armoniosos, que evocan la vida rural. Se aprecian detalles en las espigas, el borde de los vestidos y la expresión facial. La figura posee un equilibrio entre movimiento y recogimiento, ideal para transmitir espiritualidad cotidiana. Uso devocional. Ideal para parroquias rurales, asociaciones agrícolas, cofradías, hogares cristianos y comunidades que valoran la espiritualidad del trabajo y la vida familiar. También apropiada para colegios, centros de espiritualidad o como homenaje a la mujer campesina. Resumen. Una imagen sencilla y hermosa que encarna la santidad en la vida cotidiana. Santa María de la Cabeza es testimonio de fe silenciosa, trabajo humilde y oración perseverante. Una figura que transmite paz y dignidad del servicio..
|