Caja-relicario en dolomita estilo marfil - 8,5 x 15 x 6 cm

Altura: 8,50 CM
Ancho: 15 CM
Fondo: 6 CM
Peso: 645 GR
Material: DOLOMITAS
Acabado: IVOIRINE

Las placas y cajas religiosas son objetos devocionales y ornamentales que combinan arte, simbolismo y espiritualidad. Su finalidad es preservar, proteger o exponer imágenes sagradas, medallas, rosarios y recuerdos religiosos, ofreciendo a la vez un elemento de belleza y de fe para el hogar o el templo.

Desde los primeros siglos, los cristianos han empleado pequeñas cajas o placas con símbolos e imágenes sagradas como signo de protección, bendición y memoria espiritual. Estas piezas, elaboradas con materiales nobles, reflejan la devoción personal y el deseo de mantener siempre cerca la presencia de Dios y de los santos.

En El Ángel Arte Sacro ofrecemos una amplia colección de placas y cajas religiosas elaboradas artesanalmente, fabricadas en metal, madera, resina, alabastro, cerámica o plata de ley. Cada modelo combina belleza artística, durabilidad y sentido espiritual, adaptándose tanto al uso doméstico como al litúrgico o conmemorativo.

Las placas religiosas pueden incluir imágenes de Cristo, la Virgen María, los santos o el Espíritu Santo, representadas en relieve, esmaltadas o pintadas a mano. Algunos modelos incorporan textos bíblicos o frases de bendición, como “Dios bendiga este hogar” o “Jesús, en ti confío.” Están disponibles en formatos rectangulares, ovalados o redondos, con acabados dorados, plateados, envejecidos o policromados.

Las cajas religiosas se emplean para guardar rosarios, medallas, escapularios, reliquias o recuerdos de sacramentos como bautizos, comuniones o confirmaciones. Se fabrican en distintos tamaños y estilos: desde cajas pequeñas de metal o madera tallada, hasta estuches de resina o porcelana decorada. Algunas incluyen tapa grabada o pintada con imágenes sagradas, convirtiéndolas en auténticas piezas de arte devocional.

Los modelos más elaborados incorporan interiores forrados en terciopelo o raso, ideales para conservar objetos de oración o piezas de orfebrería religiosa. Las versiones más sencillas, de madera natural o metal liso, destacan por su sobriedad y durabilidad.

Tanto las placas como las cajas pueden personalizarse con nombres, fechas o dedicatorias, siendo un detalle perfecto para regalar en bautizos, comuniones, confirmaciones o aniversarios religiosos. También ofrecemos modelos exclusivos con acabados esmaltados, grabados a mano o decoraciones en pan de oro o plata.

Más allá de su valor artístico, las placas y cajas religiosas tienen un profundo sentido espiritual. Son signos visibles de fe y devoción, expresiones materiales de la vida interior del creyente. Cada una guarda o muestra aquello que tiene un valor sagrado, recordando la presencia constante de Dios en la vida cotidiana.

En El Ángel Arte Sacro seleccionamos placas y cajas religiosas de alta calidad, elaboradas por artesanos especializados en arte sacro. Cada pieza une tradición, arte y devoción, asegurando belleza, funcionalidad y durabilidad.

Más que objetos decorativos, las placas y cajas religiosas son símbolos de amor, fe y gratitud. En El Ángel Arte Sacro, cuidamos cada detalle para ofrecer piezas que unan elegancia, espiritualidad y significado, convirtiéndose en recuerdos sagrados que acompañan la oración y la vida del creyente.

Monastère de Bethléem.

Silencio, contemplación y belleza al servicio de la fe.

El Monastère de Bethléem, de l’Assomption de la Vierge et de Saint Bruno (Monasterio de Belén, de la Asunción de la Virgen y de San Bruno) es una comunidad monástica católica de vida contemplativa, fundada en Francia en 1950 tras el Año Santo proclamado por Pío XII. Su vocación une la espiritualidad cartujana con una profunda dedicación al arte sacro, expresado a través de la creación de iconos, esculturas y objetos religiosos de inconfundible serenidad y pureza.

Las monjas y monjes del Monasterio elaboran sus piezas en un clima de silencio, oración y recogimiento, convirtiendo cada obra en un acto de alabanza a Dios. Su estilo, reconocido en todo el mundo, se caracteriza por la simplicidad de las formas, la sobriedad de los rostros y el equilibrio entre lo humano y lo divino, evocando la tradición bizantina y el arte cristiano primitivo.

Entre sus creaciones más conocidas destacan las imágenes de la Virgen con el Niño, Cristos, ángeles, santos e iconos esmaltados o en resina marmórea, trabajados con delicadeza manual y acabados mates que transmiten paz y espiritualidad. Cada pieza está pensada no solo como objeto devocional, sino como instrumento de contemplación.

El taller del Monasterio produce también cruces, rosarios e imágenes de pequeño formato, concebidos con el mismo espíritu de oración que inspira toda su obra. Su lema implícito podría resumirse en una sola idea: “Belleza que conduce al silencio y silencio que conduce a Dios.”

En El Ángel, las piezas del Monastère de Bethléem representan la unión perfecta entre arte, oración y pureza espiritual, siendo muy apreciadas por quienes buscan objetos de devoción sobrios, profundos y llenos de paz interior. Son obras que no solo se contemplan: se rezan.