Roquete crudo con encaje gigliucci a máquina y 4 tablas

– Tejido: 100% poliéster.
– Color: crudo.
– Corte: 4 tablas verticales.
– Adorno: encaje gigliucci a máquina + cruces bordadas.
– Disponibilidad: varias tallas, a elegir con el selector.
Uso recomendado.
Adecuado para celebraciones solemnes, procesiones y actos litúrgicos que requieran un ornamento con detalles visibles y elegantes.

El roquete es una vestidura litúrgica blanca que utilizan sacerdotes, diáconos, acólitos y monaguillos sobre la sotana o alba durante las celebraciones y actos solemnes. Su uso expresa pureza, servicio y dignidad, siendo una prenda que refleja la reverencia y el respeto debidos al altar y al culto divino.

El término roquete proviene del latín rochettum, diminutivo de roccus (túnica). Desde la Edad Media, esta prenda se incorporó a la vestimenta clerical y se mantiene hoy como parte esencial del atuendo litúrgico. Su diseño sencillo y elegante subraya la importancia del ministerio sagrado, sin distraer la atención del misterio que se celebra.

En El Ángel Arte Sacro ofrecemos roquetes confeccionados artesanalmente por talleres especializados en ornamentos eclesiásticos, elaborados en lino, algodón o tejidos mixtos de alta calidad. Cada pieza se realiza con precisión, comodidad y cuidado en los detalles, adaptándose a las necesidades del ministerio litúrgico.

Los roquetes clásicos presentan cuerpo blanco con mangas anchas y puños adornados con encajes, puntillas o bordados. Los modelos más sencillos, sin ornamentación, se destinan al uso diario o a celebraciones ordinarias, mientras que las versiones con encajes o bordados finos se reservan para solemnidades, procesiones o actos oficiales.

Las longitudes y proporciones varían según el rango del celebrante o el uso. Los sacerdotes y canónigos emplean roquetes de mayor amplitud y caída, mientras que los acólitos y monaguillos visten versiones más cortas, siempre en consonancia con las normas litúrgicas.

Los tejidos se eligen cuidadosamente para ofrecer ligereza, transpirabilidad y durabilidad. Los modelos de lino aportan frescura y elegancia natural, mientras que los de algodón son prácticos y fáciles de mantener. Los acabados pueden incluir cuellos reforzados, costuras invisibles y cierres discretos, garantizando una prenda cómoda y resistente.

También realizamos roquetes personalizados, con bordados a mano o a máquina, incorporando cruces, símbolos eucarísticos, escudos diocesanos o iniciales, según las preferencias del cliente o la tradición del templo.

Más allá de su valor práctico, el roquete posee un significado litúrgico profundo. Su blancura simboliza la pureza del alma y la disposición interior para servir a Dios en la celebración. Cada vez que el ministro lo viste, recuerda la dignidad del servicio sacerdotal y la necesidad de presentarse ante el altar con humildad y limpieza de corazón.

En El Ángel Arte Sacro confeccionamos roquetes de alta calidad, elaborados con materiales nobles y acabados impecables. Cada prenda une tradición, funcionalidad y devoción, reflejando el respeto y la solemnidad propios de la liturgia católica.

Más que una vestidura, el roquete es un signo de servicio, pureza y ministerio. En El Ángel Arte Sacro, cuidamos cada detalle para ofrecer prendas que unan elegancia, comodidad y fidelidad litúrgica, acompañando con dignidad y belleza el servicio del altar.

Artesanos Italianos del Arte Religioso en General.

Elegancia, técnica y tradición en el arte sacro europeo.

La denominación “Artesanos Italianos del Arte Religioso” comprende a los numerosos talleres y maestros artesanos de Italia dedicados a la escultura, orfebrería, pasamanería, pintura devocional y confección de ornamentos litúrgicos, herederos directos del esplendor artístico del Renacimiento y el Barroco.

Italia ha sido, desde hace siglos, cuna del arte cristiano. En sus regiones —Toscana, Lombardía, Veneto, Trentino o Sicilia— se conservan escuelas de imaginería y orfebrería que combinan el dominio técnico con una profunda sensibilidad espiritual. Los artesanos italianos destacan por su finura en el modelado, equilibrio de proporciones y armonía estética, cualidades que han hecho de sus obras un referente internacional.

Su producción abarca un amplísimo espectro: esculturas religiosas en madera, resina o terracota; belenes y figuras de Natividad; objetos litúrgicos; bordados eclesiásticos; lámparas de aceite; cuadros devocionales y elementos decorativos. Cada pieza es fruto de un cuidadoso proceso manual que une buen gusto, precisión y sentido de lo sagrado.

Los talleres italianos emplean materiales nobles —madera, bronce, plata, pan de oro, tejidos brocados o sedas litúrgicas— y aplican acabados de gran calidad, garantizando durabilidad y belleza. Sus obras se distinguen por una estética equilibrada entre lo clásico y lo contemporáneo, manteniendo siempre la fidelidad a la tradición iconográfica de la Iglesia.

En El Ángel, los Artesanos Italianos del Arte Religioso representan la excelencia artística del arte sacro europeo, valorada por su pureza formal, elegancia y minuciosidad, ideales para templos, altares, coleccionistas o devoción personal. Cada creación es un testimonio del vínculo entre el arte, la fe y la belleza que caracteriza al espíritu italiano.